El grito lleno sus pulmones, tenia mucho miedo, y corrió deprisa sin volver la mirada atrás, era de noche, una noche oscura donde las estrellas eran las únicas aliadas, y siguió caminando con nerviosos pasos, sobre la hierba húmeda y sin saber donde pisaba, pero tenemos un sexto sentido que nos guía, que hace que la supervivencia sea innata en nuestros sentidos, y a través de la bruma encontró una luz que brillaba, era una pequeña casa, seguramente del pastor del lugar y se encamino a la casa, dejando huellas de unos pies descalzos y quemados...alguien había apagado sus cigarrillos en ellos...alguien que ahora estaba encerrado en su zulo, donde ella había permanecido un largo año encerrada, donde ella había sido maltratada, yacía ahora el secuestrador con la cabeza cortada...
Arwen©
7 comentarios:
Se lo tenia bien merecido el
buen relato cielo
un beso
Disfruto leyendote wapa, aunque a veces anda justa para comentar..
un beso y un abrazo de Cora
Buena entrada, si es verdad que tenemos un sexto sentido, el final es lo mejor, él se lo merecía.
Hola Arwen, me alegra que hayas vuelto a escribir en tu blog, te echaba de menos.
Besos, querida amiga
Ella hizo bien, pues :)
Besos.
Pobre mujer, un año ha pasado en el infierno, pero al final se ha liberado y le ha dado su merecido a su captor,,, un castigo muy rápido, debió sufrir más...
Y es que las circunstancias puede convertirnos asesinos,,, tan solo buscamos nuestra supervivencia!!!
Ufff!!! ya esta surgiendo mi lado oscuro.....
A disfrutar del finde!!! XXX,
Cuantas cabezas hay q cortar.....
un beso ♥
Pobre mujer! sufrir todo un año de tortura.
Sabes como engancharnos a tus textos! Me he quedado con ganas de más.
Un abrazo!
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