Era noche de halloween, de sueños perversos y dulces de chocolate con forma todo de calabaza, los espíritus eran los dueños y señores de la fiesta, niños, jóvenes y mayores danzaban alegres una danza siniestra. El tema vampirico era el mas elegido, se diría que la ciudad estaba poblada en casi su totalidad de los no muertos y sus caras maquilladas de blanco estaban allá donde posaras la vista.
Desde lo alto de un edificio una figura miraba la escena con desafió, y pensando que suculento ganado había esperándole por cualquier esquina.
En la fiesta que seguía muy animada, un joven sin darse cuenta miro hacia la figura y se quedo helado, esta avanzo entre las sombras de los coches aparcados y sin mas se lo llevo calle abajo, con una velocidad que ningún humano poseía, y el infierno pobló de nuevo la ciudad, muchos recordaron que no era la primera vez que aparecían, y se llevaban muchas almas, muchas vidas.
Arwen
Obra registrada.