Gracias por quedarte en mi Universo

martes, 9 de junio de 2009

Un relato sobre la amistad

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En cierta ocasión, durante una charla que di ante un grupo de
abogados, me hicieron esta pregunta: "¿Qué es lo más importante
que ha hecho en su vida?". La respuesta me vino a la mente en el
acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las
apropiadas. En la calidad de abogado en la industria de espectáculo,
sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi
trabajo con las celebridades. Pero, he aquí, la verdadera respuesta,
la que surgió de lo más recóndito de mis recuerdos.

Lo más importante que he hecho en la vida tuvo lugar el 8 de Octubre
de 1990.

Mi madre cumplía 65 años, y yo había viajado a casa de mis padres en
Massachusetts, par a celebrar con la familia. Comencé el día jugando
con un ex-condiscípulo y amigo mío, al que no había visto en mucho tiempo,
Entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la
vida de cada cual. Me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé, y
que el pequeño los mantenía en vela todas las noches.

Mientras jugábamos, un coche se acerco haciendo rechinar las llantas y
tocando el claxon con insistencia. Era el padre de mi amigo, que
consternado, le dijo que su bebé había dejado de respirar y lo habían
llevado de urgencia al hospital. En un instante mi amigo subió al auto
y se marcho, dejando tras de sí una nube de polvo. Por un momento me quede
donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego trate de pensar que debía
hacer. ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a
servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de médicos y
enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.
¿Brindarle mi apoyo moral? Bueno, quizás. Pero tanto él como su esposa
provenían de familia numerosas y sin duda estarían rodeados de parientes
que le ofrecerían consuelo y el apoyo necesario pasara lo que pasara.
Lo único que haría sería estorbar. Además había planeado dedicar todo mi
tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso!
Así decidí reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo.

Al poner en marcha el auto que había rentado, me percate que mi amigo
había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las
canchas. Me vi entonces ante otro dilema: no podía dejar así el
vehículo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, ¿Qué iba a hacer con
ellas?. Podía pasar a su casa a dejarlas, pero no tenía a la mano un papel
para escribirle una nota, no podía avisarle lo que había hecho.

Decidí pues ir al hospital y entregarle las llaves. Cuando llegué, me
indicaron en que sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el
recinto estaba lleno de familiares que trataban de consolarlos. Entré sin
hacer ruido y me quede junto a la puerta, tratando de decidir que hacer.

No tardó en presentarse un médico, que se acercó a la pareja y, en voz
baja les comunicó que su bebé había fallecido, víctima del síndrome
conocido como muerte en la cuna. Durante lo que pareció una eternidad
estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en
medio del silencio y el dolor. Cuando se recuperaron un poco, el médico les
pregunto si deseaban estar un momento con su hijo. Mi amigo y su esposa se
pusieron de pie, caminaron resignadamente hacia la puerta, al verme allí, en un
rincón la madre se acercó, me abrazó y comenzó a llorar.

También mi amigo se refugio en mis brazos.
"Gracias por estar aquí", me dijo.

Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias
del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su
bebé y despedirse de él. Eso es lo más importante que he hecho en mi vida.

Aquella experiencia me dejo tres enseñanzas:

PRIMERA: Lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no
había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la
universidad, ni los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, me
sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba
les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo único
que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en
esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal.

SEGUNDA: Estoy convencido que lo más importante que he hecho en mi
vida estuvo a punto de no ocurrir, debido a las cosas que aprendí en la
Universidad y en mi vida profesional. En la escuela de derecho me enseñaron
a tomar los datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esta
información sin apasionamiento. Esa habilidad es vital en los abogados.
Cuando la gente acude a nosotros en busca de ayuda, suele estar
angustiada y necesita que su abogado piense con lógica. Pero al
aprender a pensar,
casi me olvide de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber
subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital.

TERCERA: Aprendí que la vida puede cambiar en un instante.
Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas
les pasan a otros. Así, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como
algo tan real que pareciera que ya ocurrió. Pero, al ubicarnos en la mañana
dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y
olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave, toparse
con un conductor ebrio y miles de cosas más pueden alterar ese futuro en un
abrir y cerrar de ojos.

En ocasiones a uno le hace falta vivir una tragedia para volver a poner las
cosas en perspectiva. Desde aquel día busque un equilibrio entre el trabajo
y la vida; aprendí que ningún empleo, por gratificante que sea, compensa el
perderse una vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo
lejos de la familia. Y aprendí que lo más importante en la vida no es ganar
dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores.

Lo más importante en la vida es el tiempo que dedicamos a cultivar una
AMISTAD.

Fuente

22 comentarios:

HARGOS dijo...

me alegro de ser tu amigo, un besazo mi REINA, hoy con letras grandes como te mereces, un besazo enorme

Carmen dijo...

Qué triste lo que pasó, y qué bonita y verdadera la reflexión. Es totalmente cierto. Nunca pensamos que nos va a pasar a nosotros, o que sin pasarnos, las cosas malas pueden rozar nuestras vidas. Pero lo mejor, es saber ser amigo toda la vida. Eso es lo que nunca debemos olvidar. Gracias Arwen por acercarnos a la amistad. Besiños.

Paquita Pedros dijo...

Hola cielo triste historia no sabemos nunca que va a pasar mañana estuviste con tu amigo y eso es muy importante
un beso

HADALUNA dijo...

Jolines, se me ha puesto la carne de gallina leyéndolo. uffffffffff

BEsitos mil.

MARI dijo...

Hola Arwen, no te voy a mentir se me calleron un par de lagrimas , un relato muy triste pero que enseñanza nos deja....es verdad cuando algo te golpea fuerte aprendes a valorar y a disfrutar mas de los momentos en familia y con amigos. Uno nunca sabe que va a pasar mañana o a la hora siguiente por eso siempre, siempre hay que despedirse bien, amable, con un beso, un te quiero, un te amo y nunca por mas que las cosas no te gusten hacer desplantes ni ser indiferente o largar indirectas al viento, no, duele y si al otro dia pasa algo malo debe ser feo quedarse con esa amargura por el resto de tu vida. Yo siempre cuando me despido de la gente que amo no dejo de decirle cuanto los amo y quiero y nunca falta un beso y me siento super bien!!! Como siempre...excelente entrada a pesar de las lagrimas....Un beso enorme!!!!

Ana dijo...

Totalmente de acuerdo...La historia, preciosa y enriquecedora.
Muchos besos guapa.

Lujo dijo...

Holaaaaaaa Mi Arwen,
Mi niña, todas tus entradas son maravillosas y ésta a pesar de un punto de tristeza contiene esperanza.
Solete mío!!!!....mira hacia delante ¡Siempre!....Aprende de lo bueno y malo....pero no dejes de caminar ¿ok?
Eres una AS!!!
Cuidate Princesa!
Abrazotes soleados!

YAIZA dijo...

Realmente hermoso, aunque tenga tintes tristes, pero es la cruda realidad.
La amistad es algo de lo que toda persona debería de disfrutar.

Por cierto cariño, llamandote estoy y tu telefono ocupado jeje.

Lo vuelvo a intentar.

Besos.

SOYPKS dijo...

Buenos días amiga Arwen, esta historia, hace mucho me llegó por e-mail y me han servido de mucho las reflexiones que contiene, gracias por publicarla.
Vine para agradecer tu visita y tu comentario, para mi son muy importantes y valiosos.
La Tigrita si es mi hija, ella se ha dado un descansito de los bloggers, está muy bien, le diré que somos amigas bloggeras y que siempre la recuerdas, un abrazo amiga.

Σɱ¥ dijo...

ARWEN: Me has dejado sin palabras,con esta historia josuuu..

Eres un Sol de personaaa... Un abrazo y besazoozoo grande muackkkkkk

Carolina dijo...

Lo triste es que para muchas personas debe ocurrir una tragedia para darse cuenta de lo que realmente importa y no debería ser así. Cada mañana al despertar ya se debe dar gracias por vivir un nuevo día. Besos!

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

Te leo y estoy llorando sabes, mi amiga del alma, mi hermanita con la que jugue de niña e ivamos juntas a la escuela y cogelio tuvo un grave accidente, y sigue en coma, con ventilador artificial y dependiendo de un hilito su vida, cada que suena mi telefono me digo respondo o no, hay amiga cuanta verdad dices. y es que nadie sabe lo que tiene ni lo aprecia, gracias

El chache dijo...

Buff menuda historia.
Me ha parecido un lujo poder leerte un dia mas.
Un saludete

Laura-Sujami dijo...

De acuerdo contigo Arwen pero te diré... que tú puedes dar mucho por conservar una amistad... y quizás la otra persona también ponga de su parte (fundamental) pero cuando realmente te pasa algo gordo a ti y te ves sin los pilares o pilar que ha apoyado tu vida, te das cuenta que has estado engañada y realmente nunca tuviste una amiga.
Yo, a día de hoy, tengo 0 amigos. Todos te dicen estoy aquí para lo que quieras, llámame cuando lo necesites, puedes contar conmigo, pero el verdadero amigo... es el que te busca, el que te llama cuando sabes que estas tanto bien como mal, entre otras muchas cosas.

Un abrazo fuerte Arwen. Laura-Sujami.

FAYNA dijo...

Querida Arwen, tienes un corazón que no te cabe en el pecho... siempre mostrándonos historias con moraleja, historias de amor y buenos sentimientos, aunque esta última sea triste no por ello deja de ser hermosa.
Ah, este viernes día 12 es mi cumple y el de mi blog, espero que no faltes a la cita, tengo una pequeña sorpresa preparada. !!! Muack!!!

ROSA dijo...

Mi querida Arwen tu corazón esta lleno de sentimientos puros y sinceros, tu historia aunque triste, es como la vida misma cielo.
En mi tienes una amiga de todo corazón.
Un besito Rosario

Unknown dijo...

Mi niña... hace muy poquito que nos conocemos y me hiciste llorar...me emocionan mucho estas cosas... y es la pura verdad... me gustaría regar cada día el jardín de tu amistad...
Un besito preciosa!!!

María Jesús dijo...

Hola hadita! Perdona que no haya entrado antes, me he cargado algo en el ordenador. Los informáticos no encuentran el problema y optan por el formateo, pero es que me borrarán un montón de cosas y hacerlo me cuesta 50€ como mínimo. ¡Lo que me faltaba! Bueno guapisíma voy a leerte antes de que se me vaya la página, ya vendré... si puedo.

Besitos!

María Jesús dijo...

Es terrible lo que estarán sufriendo tus amigos, lo siento y me uno a su dolor y al de aquellos que también lo sientan.

¡Un beso grande, grande, y un abrazo fuerte, fuerte!

Anónimo dijo...

La amistad es lo mejor que te puede pasar en la vida, porque amigos verdaderos hay pocos

Manolo Jiménez dijo...

Historia triste por real.

Totalmente de acuerdo con el final, lo más importante es la amistad. Dar sin esperar nada a cambio.

Abrazos.

Belkis dijo...

Preciosa historia Arwen que nos habla de la importancia de la amistad y del valor de apoyarnos mutuamente en los momentos cruciales. A veces no hacen falta las palabras, la compañía y la comunicación de las almas basta. Gracias Arwen. Un besazo

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