¿Adolescentes pegando a sus padres? Es una minoría, pero desgraciadamente no es tan extraño. En países como Francia o Estados Unidos ya se ha convertido en un problema de dimensiones preocupantes. En España, todas las personas consultadas coinciden en afirmar que es un fenómeno que aumenta.
Antes de llegar a la agresión física, muchos padres soportan vejaciones, insultos, gritos, chantajes emocionales, amenazas. Algunos jóvenes emplean los métodos más retorcidos que se nos puedan ocurrir para hacer chantaje psicológico a unos padres inmaduros, temerosos y fácilmente manipulables. A veces los hijos se convierten en una pesadilla cotidiana que los padres no comentan con nadie principalmente por vergüenza. Son situaciones que se silencian porque parecen demasiado rocambolescas como para resultar verosímiles. Pero lo son. Las presiones pueden comenzar a edades muy tempranas, a veces a los 8 ó 9 años, pero es más adelante cuando el hijo puede convertirse en un auténtico dictador en casa. En un principio se les disculpa alegando que "tiene mucho carácter" o que soporta mucha presión en el colegio. Más adelante muchos padres se ven obligados a admitir que la situación está completamente fuera de control. No toleran un no por respuesta y utilizan todos los medios para lograr lo que quieren. La figura del padre aparece desdibujada y falta de autoridad. La madre, es la que más sufre la irascibilidad del hijo. En algunos casos la tensión es tal que se llega a la agresión física.
"Pensamos que la existencia de maltrato de jóvenes a sus padres es debido, probablemente, porque su modelo de disciplina y educación no ha sido el adecuado -explica Miguel Angel Cueto-. Suele ocurrir más con padres permisivos que en un momento determinado se enfrentan a un problema con su hijo e intentan tener la autoridad. El joven no ha interiorizado los diferentes roles, ante la mínima frustración va a agredir tanto verbal como físicamente". El juez Emilio Calatayud tiene experiencia en este tipo de cuestiones. Al tocar este tema, enseguida comenta que "justo hace un momento que acaba de salir del despacho el padre de una chica de 15 años, que dice que no hay forma, que no puede con ella". Y continúa: "Efectivamente tenemos muchos niños dictadores que hacen lo que les da la gana y obligan a los demás a seguir sus pautas. Como no se ha sabido poner límites a los chavales desde chiquitillos, al final llegamos a que en determinados casos el chico se convierte en el dictador de la casa. Hace lo que quiere, no respeta las normas y origina una situación de estrés completa en el matrimonio, los hermanos, en la familia en general. ¿Por qué? Porque no hemos sabido poner las normas desde pequeños ".
La responsabilidad es, por tanto de los mismos padres, que acaban pagando con creces su propia falta de madurez para educar. "Y también del sistema -añade Calatayud-, por la excesiva permisividad. No hemos sabido decir "yo soy yo y tú eres tú". Siempre nos han comido el coco diciendo "es que yo soy el único que viene a estas horas". Se han organizado ellos, con unos canales de información muy buenos, y los padres no hemos sabido decir "hasta aquí hemos llegado y punto". Claro, eso se lo puedes decir a un crío de tres, cuatro o cinco años, pero si no se van estableciendo límites cuando llegue el chaval a la rebeldía propia de la adolescencia nos encontramos con que ya es un tema imposible".
El arte de educar
Educar a un hijo es como sostener en la mano una pastilla de jabón: hay que mantener la presión justa. Si se aprieta demasiado se escurre por entre los dedos, pero si no se sujeta con firmeza se cae. Un equilibrio que exige mucho, en primer lugar, a los padres.
Algunos tienen claro que la responsabilidad de lo que les ocurra a los chavales es íntegramente responsabilidad de sus padres. Son ellos quienes deben llevar las riendas, a pesar de que en momentos lo más cómodo sea soltar cuerda y relajarse un poco. No es una cuestión de confianza. Hay que ser conscientes de que, lógicamente, un joven no tiene un criterio claro de lo que es bueno para él y de lo que no. Y es lógico porque son adolescentes, por mucho que la sociedad se empeñe en tratarlos como "pequeños " adultos. Todo va demasiado rápido, y tienen que aprender a vivir al ritmo que necesitan para su desarrollo, que no es el que marca el exterior.
Hay problemas que no aparecen si no se los va a buscar. "Yo creo que es como cuando se aprende a conducir -nos comentaba un padre de adolescente en plena "efervescencia"-. El que va al volante es el aprendiz, pero es el profesor el que tiene la obligación de dirigir, dar las indicaciones y si es necesario, dar un frenazo antes de que se produzca el choque. Pues lo mismo".
3 comentarios:
Sinceramente, esto cuando yo era pequeño no pasaba, ¿Porque? Pues por que , aunque mi padre jamas me puso una mano encima, yo, muy dentro de mi corazon, sabia que si me pasaba de las normas que mis padres me habian marcado, un capon, un azote, o dierctamente una buena hostia, me podia llevar. Asi que no me pasaba de la raya.
Estamos deacuerdo que el castigo fisico a un hijo no esta nada bien... pero el saber que tu padre te puede dar un soplamocos disuade de muchas cosas malas que ahora hacen los niños y los adolescentes.
Un saludete
Si es que el hecho de quedarse embarazad@s no es significativo de estar preparado para educar un niño... deberian hacer un curso para futuros padres durantes los 9 meses.
Yo no estoy de acuerdo para nada con esto...queria saber si estabais de acuerdo, conozco padres estupendos y tienen unos hijos que a cualquier persona se le quitan las ganas de tener descendencia...de quien es la culpa?? pienso que influye muchas cosas, la sociedad consumista..las relaciones del individuo,su entorno pero sobre todo su caracter y su manera de enfrentar la vida..tengo en mi casa dos adolescentes y se de que hablo jejeje no hay quien los aguante y os juro que se han llevado muchos capones y castigos...se los pasan por el forro...y encima lo que salio en la tele, una madre le da un cachete a su hijo porque no queria hacer los deberes y el niño va y le denuncia...le han puesto una denuncia de 10.000 euros y un año con orden de alejamiento..toma ya...
Publicar un comentario